EXTINTO
En las profundidades del valle del Cachapoal, entre las laderas ondulantes y los viñedos que se mecían al compás del viento, se ocultaba un secreto ancestral: vides de Carmenere, el legado de una uva casi extinta erróneamente confundida como Merlot, fue redescubierta en la historia de Chile en 1994.
Viñedo ubicado en una zona denominada Pichidegua, a unos 15 km al Oeste de Peumo, en el Valle de Cachapoal. Esta zona es reconocida por la calidad de los vinos Carmenere y albergar algunos de los viñedos más antiguos de esta cepa.
Este viñedo fue plantado en 1956 y contiene también un 5% de parras de Malbec, que se cosechan junto con el Carménère y se co-fermentan ambos cepajes. Una característica distintiva de este viñedo es su producción en condiciones de secano.
La combinación de clima, edad del viñedo y condición de secano determinan un especial y armónico equilibrio, dando como resultado un vino de carácter único, con fresca acidez y una fineza excepcional.

Enologo:
Rafael Urrejola
Enólogo de la Universidad Católica de Chile, en enólogo en jefe de Viña Undurraga es el líder de toda la operación vinícola de la bodega, encargándose de garantizar la calidad y de dar orientación a todos los vinos que produce Undurraga.

Origen
El origen de este vino está en un particular viñedo ubicado en una zona denominada Pichidegua, a unos 15 km al Oeste de Peumo, en el Valle de Cachapoal. Esta zona es reconocida por la calidad de los vinos Carmenere y albergar algunos de los viñedos más antiguos de esta cepa. Este viñedo fue plantado en 1956, originalmente con la creencia de que se trataba de la cepa Merlot. Sin embargo, en 1994, un ampelógrafo francés descubrió que en realidad era Carmenere, una variedad que se creía extinta en la zona de Burdeos y que fue redescubierta en Chile. Este viñedo contiene también un 5% de parras de Malbec, que se cosechan junto con el Carménère y se co-fermentan ambos cepajes. Una característica distintiva de este viñedo es su producción en condiciones de secano, es decir, sin ningún tipo de riego adicional, dependiendo únicamente de las lluvias invernales de la zona. Esto es posible gracias a su suelo profundo y con buena capacidad de retención de humedad, lo que permite nutrir las plantas durante toda la temporada hasta la cosecha. Además, las parras no están injertadas, lo que preserva sus raíces originales. La combinación de clima, edad del viñedo y condición de secano determinan un especial y armónico equilibrio, dando como resultado un vino de carácter único, con fresca acidez y una fineza excepcional.
Notas de cata:
En nariz destaca por sus finos y complejos aromas. Sobre un trasfondo de frutas rojas silvestres aparecen notas florales, especies como pimienta negra y grafito. En boca es enérgico, con un frescor intenso y jugoso paladar medio, donde se conjugan finos taninos y un persistente y largo final.